viernes, 20 de marzo de 2015

No son pocos los peligros que acarrea alcanzar las cimas más altas del planeta. Cada año mueren alrededor de 40 personas intentando lograr tales propósitos y cerca de una centena se ven atrapados en aludes (relacionados en su mayoría con prácticas derivadas del esquí). Las malas condiciones climatológicas tienen un doble efecto: por un lado, la dificultad se incrementa si se decide partir en un estado así, y por otro, provocan una peligrosa concentración de escaladores cuando éstas remiten.
Una de las montañas más atractivas, pero también más inseguras es el monte Everest  que se levanta hasta los 8.848 metros sobre el nivel del mar. Aunque son muchos los que han hecho cumbre, otros nunca regresaron. Por ejemplo, desde que en 1971 falleciera Jordi Matas, primer escalador español que perdió la vida allí, son 67 los españoles muertos en expediciones a este lugar del mundo.

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