jueves, 18 de diciembre de 2014

Un inmenso Marc Gasol frustra a unos Spurs indesmayables

La NBA estableció la noche latina como añadido promocional de un partido, el que dirimieron los Spurs y los Grizzlies, que no necesitó de ningún adorno. Fue más que suficiente el juego, sensacional por parte de ambos equipos, entregados a una lucha conmovedora, tensa, igualada a más no poder. Fueron tres horas y un minuto de una batalla preciosa que necesitó de tres prórrogas para dirimir el vencedor. Los Grizzlies triunfaron tras el larguísimo combate por 116-117, después de que Ginóbili fallara el último tiro.
Para que el duelo necesitara de tantas prórrogas resultaron imprescindibles un carrusel de acciones importantes, pero las más decisivas las protagonizó Marc Gasol, colosal, oportuno, siempre certero en los instantes claves. Lo fue el final del tiempo regular, de los 48 minutos. Los Grizzlies habían dominado claramente, con una renta que llegó a ser de 23 puntos y con un arranque fulgurante de Vince Carter que, a punto de cumplir 38 años, parece recobrar sino la forma de sus mejores días, sí al menos acercarse a unas prestaciones dignas de la gran clase que siempre ha atesorado. Pero los Spurs, pese a las bajas de dos titulares, Parker y Leonard, lesionados, se guardaron lo mejor de su repertorio para la segunda parte y, sobre todo a base de triples, le dieron la vuelta a la tortilla. Conley, tras un rebote en ataque de Randolph, empató con un triple a falta de siete segundos para el final.

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